Técnicas y estrategias de ahorro cotidiano, que rozan lo extremo, rebuscado y "rata" de las personas... Estas prácticas de ahorro consisten en buscar distintas alternativas para prolongar la vida de algún objeto o servicio e intentar no tener la necesidad de comprarlo, por lo menos en el corto plazo. Algunos ejemplos podrán ser inviables, pero de seguro que serán una práctica de imaginar.
Plan V (de Vida) no se responsabiliza por las consecuencias. Si el usuario acude a la experiencia de alguna práctica de "ahorro", automáticamente pasará a ser cómplice.
Es más, no aconsejamos hacer su uso, pero la damos a conocer.
Advertencias
-aquellos fanáticos de este tipo de ahorros, pueden ver perjudicada su salud.
-algunas propuestas dadas a conocer pueden resultar una total estupidez.
Para los encariñados con su cepillo de dientes:
Los dentistas y empresas aconsejan cambiar el cepillo de dientes cada dos o tres meses. El primer síntoma de degradación del objeto queda evidenciado cuando el cepillo comienza a despeinarse por causa de su intensivo uso. Es decir cuando algunos pelitos del cepillo se abren y levantan como pirinchos, se debe empezar a pensar en comprar otro o simplemente naturalizar la situación y, sin quejarse,"sobarnos la geta" luego de cada cepillada.
La opción ante la situación pasa a ser la solución: se busca una tijera cualquiera y se corta aquellos pelos desviados del cepillo que tanto mal nos hacen a las encías. Así, uno puede prolongar la vida de su cepillo de diente, practicar un poco de peluquería y, por sobre todo, sonreir contento... Habrá que ver qué opinan los dentistas.
ACLARACIÓN:
Cualquier persona que tenga algo para dar a conocer al respecto de este "ahorro casero extremo", simplemente anímese y comparta. También, quienes quieran repudiar (mayoría) o aplaudir (minoría/nadie), puede hacerlo con total libertad.